Tijuana tiene alrededor de 10 mil personas que se inyectan drogas. El incremento de las sobredosis entre consumidores de heroína en Tijuana comenzó en 2017, la misma época en que se registró un aumento en los decomisos de fentanilo a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.
Por Seth Robbins
Ciudad de México, 8 de febrero (InSightCrime).- Sin saberlo, los consumidores de drogas de Tijuana se están viendo expuestos al fentanilo, un mortífero opioide, en una plaza donde es común el contrabando de estupefacientes, pero donde hasta hace poco no se habían observado los efectos de la crisis de opioides.
Un estudio realizado en tres puntos de intercambio de agujas en Tijuana halló trazas de fentanilo en 55 de 59 muestras de lo que los consumidores tomaron por heroína blanca en polvo, según declararon los investigadores mexicanos en un informe de diciembre de 2019.
Los investigadores, que analizaron casi 90 jeringas y otros instrumentos usados por consumidores de heroína y metanfetaminas, hallaron que cerca del 75 por ciento fueron positivas al opioide sintético. Las únicas muestras que no contenían trazas de fentanilo fueron descritas por los consumidores como heroína negra o metanfetamina cristal.
Desde mediados de los 90, la heroína negra era la principal forma de heroína producida en el oeste de México. Pero Clara Fleiz, investigadora del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz y autora principal del estudio, dijo que ella y su equipo observan cada vez más la forma blanca, más fácil de mezclar con polvo de fentanilo. Aunque localmente se conoce como China White, no se trata de la forma de heroína del sudeste asiático que lleva el mismo nombre.
Los consumidores de heroína en Tijuana “creen que están consumiendo China White, pero en realidad se están exponiendo al fentanilo” y sus peligros, dijo Fleiz en comunicación con InSight Crime.
El fentanilo puede ser 50 veces más potente que la heroína, y letal incluso en una dosis minúscula. Los investigadores se decidieron a emprender el estudio ante la preocupación de que el fentanilo formará parte de la oferta local de drogas cuando, en los últimos años, empezaron a ver un pronunciado incremento de las víctimas por sobredosis que necesitaban resucitación con naloxona, un potente antídoto para opioides.
“Empezamos a conocer información”, relata Fleiz, “de un polvo blanco que era más potente”.
ANÁLISIS INSIGHT CRIME
Tres factores distintos pueden estar permitiendo la penetración del fentanilo en Tijuana. En primer lugar, la ciudad en la frontera entre México y California se asienta en un importante corredor de contrabando de fentanilo hacia Estados Unidos, que lleva una década inmerso en una crisis causada por los opioides y ha experimentado un dramático incremento de las muertes y sobredosis por fentanilo.
Por los puertos de entrada del sur de California pasó más de la mitad de las cerca de dos mil 500 libras de fentanilo incautadas a nivel nacional en el año fiscal de 2019, según información de la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (US Customs and Border Protection, CBP). La cantidad de fentanilo decomisado por los agentes de la CBP de California también aumentó en el último año. Los agentes captaron mil 472 libras del narcótico, un incremento del 32 por ciento en comparación con el año fiscal de 2018.
En una investigación de InSight Crime sobre el aumento en la participación de México en el tráfico de fentanilo destacó el estado de Baja California, noroeste de México, como corredor clave para el tráfico.
Los traficantes que logran introducir el fentanilo ilícito a Estados Unidos dejan parte de la droga en Tijuana, según declararon las autoridades a Televisa. La droga también se fabrica en ese estado. En Mexicali, la capital, las autoridades allanaron un laboratorio de fentanilo manejado por un bioquímico búlgaro.
En segundo lugar, el poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se ha infiltrado en los puertos de Lázaro Cárdenas y Manzanillo, en el litoral Pacífico, que son importantes puntos de ingreso para el fentanilo y los químicos precursores que llegan ilegalmente de China.
El procesamiento y traslado del fentanilo se delega a agrupaciones criminales más pequeñas, muchas de las cuales tienen nexos con los carteles y experiencia en la elaboración de otras drogas sintéticas, como las metanfetaminas.
Esos subcontratistas también abastecen a los expendedores locales. Los narcóticos se convierten en un “arma para controlar el territorio y establecer una base local de delincuentes de poca monta que se disputan el control de las colonias”, explicó Nathan P. Jones, profesor asistente de estudios de seguridad en la Universidad estatal Sam Houston, de Texas, a InSight Crime.
La racha de homicidios de los últimos años en Tijuana se desató por las peleas entre pequeños expendedores por el control de la venta de drogas, en especial de metanfetaminas.
Jones comentó que esta dinámica puede ser la responsable de la aparición del fentanilo en la oferta local de estupefacientes en Tijuana. Tanto el Cartel de Jalisco como el de Sinaloa se disputan el control de las rutas de droga en Baja California.
En tercer lugar, históricamente Tijuana ha tenido un gran segmento de su población con problemas de adicción a narcóticos.
Tijuana tiene alrededor de 10 mil personas que se inyectan drogas, puntualizó Fleiz. El incremento de las sobredosis entre consumidores de heroína en Tijuana comenzó en 2017, la misma época en que se registró un aumento en los decomisos de fentanilo a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, explicó.
Recientemente, el Gobierno mexicano lanzó una campaña con la alerta: “el fentanilo mata”. Pero, como señalan Fleiz y sus colegas, los consumidores por lo general no saben si la heroína que se inyectan está mezclada con fentanilo.
El Gobierno mexicano puede salvar vidas facilitando el acceso a la naxolona, el antídoto opioide, comenta Fleiz. Muchos estados de Estados Unidos han permitido la venta de la medicación, que se administra por inyección o por vía nasal, en farmacias, y se encuentra en el botiquín de la policía y los servicios de emergencia en muchos estados, como los de Nueva York y Massachusetts.
Aunque Fleiz no cree que el fentanilo cobre tantas vidas en México como en Estados Unidos, sí afirma que aumentarán las muertes por sobredosis.
Debido a la potencia de la droga, los consumidores han comenzado a buscar la heroína en polvo blanco, que se encuentra contaminada en su mayor parte, como lo advierte Fleiz, y la prefieren a otras formas.